Ese gigantesco GENERADOR llamado oceano. Las OLAS
Movidas por vientos y corrientes a través de miles de millas en el Atlántico, las olas, cargadas de energía, golpean las playas y acantilados descargando una potencia bruta que, por cada metro de costa, es suficiente para abastecer a 300 hogares.
Es, sin duda, un gigantesco generador que espera ser conectado y cuyo potencial para producir más de tres veces nuestros requerimientos energéticos anuales solo rivaliza con los que pueden estar disponibles en Chile y Australia. El problema es ¿cómo ponerlo en marcha? ¿Y cuál será su costo ambiental?
El año próximo, en Billiacroo Bay- una tranquila extensión de agua frente al Atlántico, en las Islas Orkney ( Norte de Escocia), cuatro salchichas metálicas gigantes, cada una de unos 170 metros de longitud, serán remolcadas a dos kilómetros de la costa, donde flotarán para cosechar tranquilamente las olas. Estos generadores llamados “ Pelamis” en referencia a un tipo de serpiente marina, oscilarán hacia arriba y abajo siguiendo la acción del agua y activando arietes hidráulicos dentro de un generador, el cual a su vez presuriza aceite con el que se mueve la turbina.
Esta granja de energía de olas, de 25 millones de libras esterlinas, se constituirá en la más grande del mundo, esperándose que genere 3MW de electricidad para el 2010, lo que es suficiente para alimentar a 3.000 hogares en las Islas Orkney.
Se espera que para 2020 la granja se haya expandido para producir 600 MW anuales.
A principios de año, el gobierno de Escocia invirtio13 millones de libras esterlinas en el desarrollo de ocho sistemas diseñados para generar electricidad a partir del mar. Existe una genuina esperanza de que Escocia pueda convertirse en la capital del mundo de la energía renovable marina y hacerse con una buena tajada de un mercado potencialmente valuado en miles de millones de libras.
Prácticamente esto significaría lo mismo para el futuro de Escocia y probablemente para el planeta que el descubrimiento de petróleo en el mar del Norte. Sin embargo, como dice el gerente del Centro Europeo de Energía Marina, Neil Kermode, quien está probando tres de los sistemas, “estamos en las primeras etapas y necesitamos determinar que sistemas funcionan mejor. Si lo comparásemos con la industria de la aviación diríamos que todavía estamos en la etapa de los hermanos Wrigh.
Dada la existencia de ballenas, atraídas por los ricos nutrientes mezclados por las corrientes, la zona también podría llegar a ser clasificada como un área marina de importancia nacional. Esto genera preocupaciones acerca de la creación de un área obstaculizado por las “Pelamis”. Aquí reside el problema ya que, por mucho que se hagan estudios de impacto medioambiental, casi siempre pagados por las propias empresas interesadas en el desarrollo de esa tecnología, no se tiene certeza de cómo la instalación de estos gigantescos equipos va a afectar a toda la vida marina residente en esa zona de las Islas Orkney.