Las mareas y las ESCLUSAS

En la mayoría de puertos de Irlanda el sistema de esclusas en los puertos es necesario para que éstos no se queden sin agua.

La diferencia entre la marea baja y la alta es de más de 5.2 metros­­­. Eso, unido a lo poco profundo de las entradas de las rías y bahías, unos 15 a 20 metros, obligan a que los puertos tengan un sistema de puertas o esclusas, que evitan que los barcos se queden sin agua en la marea baja.

El mismo puerto se encarga de abrirlas y cerrarlas. Dos horas antes de la pleamar, se abren para permitir el cambio de agua dentro del puerto. Entonces la marea baja menos de un metro, y en las dos horas siguientes se van llenando según avanza la pleamar.

Al llegar la pleamar son cerradas de nuevo por los encargados del puerto para retener la marea alta y que las embarcaciones puedan estar flotando; de lo contrario, se quedarían sin agua y varadas en el fango . Este sistema permite estar sin movimiento dentro del puerto, evitando las resacas y corrientes tan normales en nuestras costas y puertos, cuando hay marejada o mareas vivas.

El único inconveniente que tiene es que bien para zarpar o arribar a puerto tienes que controlar los horarios de la marea. Al principio cuesta un poco, pero finalmente te acostumbras a contar con ella.

Tanto en Irlanda como en Escocia, hay que navegar calculando la pleamar, además de con las corrientes que las mareas crean cerca de costa, que pueden llegar a 4 nudos de intensidad…

Navegar con las mareas es retroceder un poco a los tiempos antiguos, cuando sólo “ellas” y el viento condicionaban la salida o llegada de los barcos.  Nos gusta pensar que algo sigue sin estar en nuestra manos, y sí en las de la luna y la Mar.