Historia V (Barcos, tripulaciones, provisiones y aparejos)

Para obtener los mayores beneficios, los barcos para las expediciones balleneras vascas a Terra Nova incluían algunos de los barcos mercantes más grandes de Europa. Solían ser de 200 a 700 toneladas de porte o de 20 a 33 metros de largo.

El tamaño de la tripulación, generalmente entre 50 y 140 hombres y mozos, dependía del tamaño del barco. Estos numerosos tripulantes eran: oficiales u hombres con oficios especiales, marineros, grumetes y pajes rondando tan solo los 12-14 años. Los oficiales incluían el capitán, piloto, maestre, artillero, despensero, barbero-cirujano, carpintero, calafate, los toneleros, arponeros y cortadores de ballenas. A menudo embarcaba también un cura o capellán. Los tripulantes no solían recibir un sueldo sino cierta porción de la carga según su ocupación, siendo los que más recibían el capitán, piloto, maestre y arponeros.

Las provisiones que ponían los armadores tenían poca variedad: galleta, sidra, vino, tocino curado, pescado salado, arveja, habas, mostaza, ajo, sal y aceite de oliva. Pero los marineros podían llevar algunas provisiones personales, incluyendo queso, almendras y pasas, y en Labrador también consumían mucha comida fresca local.

En contraste, se llevaba una gran gama de aparejos, para cazar y despedazar ballenas, para hacer y almacenar aceite de ballena, etc. Los tripulantes debían aportar su ropa y calzado, apropiados para la lluvia, el viento y el frío que tenían que soportar.

Texto: Michael Barkham

Imagen: Dibujo de la nao o galeón vasco Nuestra Señora de Conçeçión de 1611. Así eran los barcos vascos que iban a Terra Nova en esa época. Archivo Histórico de Protocolos de Gipuzkoa.