Elefante marino del sur
Desde que la tripulación del Pakea Bizkaia llegó al continente americano, ha disfrutado observando varias especies de pinnípedos que sólo habitan en el hemisferio sur como los elefantes marinos del sur, una de las especies que conforman la familia de los fócidos. Los pudieron ver en Península Valdés y ahora de nuevo en las Islas Shetland del Sur.
Entre las especies de pinnípedos, podemos encontrar tres familias diferenciadas: Otariida (Focas con orejas o leones marinos), Odobenidae (morsas) y Phocidae (fócidos o focas). Ésta última familia está constituida por 19 especies en total, entre focas y elefantes marinos. Comparándolos con las otras dos familias de leones marinos y morsas, éstos se caracterizan por no tener orejas y presentar grandes diferencias entre machos y hembras. Otra de las características es que al no poder retraer hacia delante sus aletas traseras, tiene que reptar con movimientos ondulantes del vientre para poder desplazarse en tierra. En la mar en cambio, son muy ágiles y nadan con las aletas traseras.
Los pinnípedos han sido cazados desde siempre por los pueblos indígenas, quienes aprovechaban al máximo sus recursos: la carne como alimento, la grasa como combustible, su piel como abrigo y los huesos como herramientas. Pero con el siglo XIX llegó la caza comercial para convertir su grasa en aceite y usar su cuero, esquilmándose muchas de estas especies. A mediados del XX, la caza se reguló y algunas especies se han recuperado con éxito.
Desde que la tripulación del Pakea Bizkaia llegó al continente americano, ha disfrutado observando varias especies de pinnípedos que sólo habitan en el hemisferio sur como los elefantes marinos del sur, una de las especies que conforman la familia de los fócidos. Los pudieron ver en Península Valdés y ahora de nuevo en las Islas Shetland del Sur.
Se trata de la foca más grande y los machos adultos son muy reconocibles por su gran trompa y su gran tamaño, pues pueden llegar a medir hasta 6 metros y pesar hasta 5 toneladas. No es fácil encontrarlas en tierra, pues la mayor parte de sus vidas, permanecen nadando y sumergidos en aguas abiertas.
Realizan inmersiones de hasta media hora, bajando en ocasiones hasta 1000 metros para buscar alimento. Para poder ver bien en las profundidades tienen los ojos muy grandes. Cuando forman grandes concentraciones en tierra, su objetivo es la reproducción, siendo unos pocos machos los que monopolizan la fecundación. Previamente, los machos compiten de manera agresiva para convertirse en el macho dominante del “harén”.
Por suerte, hoy en día, su caza no está permitida y en general, todas las colonias se han mantenido o están en crecimiento, como la de Península Valdés, siendo ésta, la única elefantería continental, pues todas las concentraciones de elefantes marinos se encuentran en islas.
Elefante marino/ Itsas elefantea