La cadena trófica y los copépodos

En la mar podemos encontrar seres vivos de diferentes tamaños, como los que podemos observar a simple vista o los que sólo se pueden ver con lupa o microscopio. Todos son indispensables para conservar nuestros océanos en buen estado, ya que todos pertenecen a la cadena trófica. En la cadena trófica existen diferentes niveles: los productores [...]

En la mar podemos encontrar seres vivos de diferentes tamaños, como los que podemos observar a simple vista o los que sólo se pueden ver con lupa o microscopio. Todos son indispensables para conservar nuestros océanos en buen estado, ya que todos pertenecen a la cadena trófica.

En la cadena trófica existen diferentes niveles: los productores (fitoplancton), que necesitan la energía del sol y nutrientes para crecer; los consumidores de primer nivel (zooplancton), que se alimentan de productores; los consumidores de segundo nivel (comedores de zooplancton); consumidores de tercer nivel, que se alimentan de comedores de zooplancton y, al final, depredadores de último nivel, como por ejemplo, la orca. Por ello, resulta indispensable proteger a los seres vivos pequeños, ya que sin éstos los grandes como anchoas, bonitos, delfines, ballenas u orcas no podrían sobrevivir.

Además de los seres marinos capaces de moverse por sí mismos, hay miles de seres que dependen de las corrientes para vivir y desplazarse. Todos los que viven pendientes de las corrientes pertenecen al plancton. Para ordenarlos, hay diferentes clasificaciones: la primera dependería de sin son animales (zooplancton) o plantas (fitoplancton); de la medida; o de si toda su vida son plancton (holoplancton) o simplemente en el comienzo de su vida (meroplancton), como les ocurre a algunos alevines de peces.

A bordo del Pakea Bizkaia, llevamos una red para recoger muestras de agua y medir la cantidad de partícula de plástico que hay suspendida en el océano. Ayer al atardecer echamos la red y al recogerla, además de trozos de plástico, el colector recogió mucho más plancton de lo habitual, sobre todo zooplancton llamado copépodo.

Los copépodos son los más abundantes entre los crustáceos pequeños y constituyen el alimento de muchos peces y medusas. Al atardecer, realizan migraciones desde los fondos hasta la superficie para alimentarse de fitoplancton, mientras que por la noche y el día se adentran en aguas más profundas para protegerse en la oscuridad.

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