Toni Fiol: “Venía a disfrutar y a aprender, y es lo que estoy haciendo”

13 de Noviembre de 2012Toni Fiol es de Ciutadella (Menorca) y tiene 24 años. Este estudiante del segundo curso del Grado de Ingeniería Marina de la UPV-EHU, se encarga durante la expedición del mantenimiento de las instalaciones del barco.

¿Cuál es tu labor principal en el Pakea Bizkaia?
Mi cometido es encargarme del mantenimiento y el control de las instalaciones del barco. Modestia aparte, estoy llevando bien las tareas. En puerto y con la ayuda de todos hemos solventado los problemas técnicos que han surgido, y navegando, además de mi cometido, a modo de pasatiempo siempre hay cositas que hacer: vaselina en las gomas de las escotillas, reapretar tornillos y abrazaderas, controlar niveles, etc.

¿Cómo te sientes por tener la oportunidad de participar en esta aventura?
Siento la oportunidad de realizar un sueño, que es cruzar el Atlántico a vela. Siento mucha emoción y alegría.

¿Qué esperas de este viaje?
No espero nada en concreto más que aprender, aprender y disfrutar. Aprender a navegar, aprender de la gente que encontremos, aprender de la tripulación.

¿Hasta el momento, se están cumpliendo tus expectativas?
Sí, se han cumplido hasta la fecha, porque venía a disfrutar y a aprender y es lo que estoy haciendo. Aunque en el tema del aprendizaje, me doy cuenta que hay tanto por aprender, que aún me queda mucho por delante para poder llegar a realizar navegaciones de este calibre sin la supervisión de un patrón como Unai. Me refiero a que antes de la expedición, uno no puede imaginarse la cantidad de variables que hay que controlar y tener en cuenta para llevar un velero.

Si tuvieses que elegir un momento de lo vivido hasta ahora, ¿cuál elegirías?
La despedida de Cabo Verde. Allí compartimos unos días con varios navegantes convertidos en vecinos en el pantalán. Gente con varios centenares de millas en sus cuadernos de bitácora. Estos se acercaron, curiosos, a conocer al Pakea y a nosotros, de modo que conocieron el proyecto y la historia de cada uno, y, o bien porque les recordábamos a ellos en sus primeras navegaciones o simplemente, porque les caímos bien, cuando zarpamos para nuestro primer cruce Atlántico, salieron todos a despedirnos con los brazos en alto, gritos de ánimo, silbidos y bocinazos. No sé si os podéis llegar a imaginar con estas breves palabras lo que pudimos llegar a sentir en ese momento, pero, al menos para mí, fue la increíble.

¿Habías navegado antes de unirte a la expedición a la Antártida?
Soy de Menorca, y como hemos tenido en la familia veleros, hemos hecho algunas navegaciones. Luego, dejé un poco de lado la mar y fue cuando terminé la ESO cuando volví a estudiar para mecánico naval en Tarragona. Después, también me saqué el patrón y he hecho un poco, que la mar sea mi vida.

¿Hay algo que te dé respeto de esta travesía?
La propia navegación da respeto, en cuanto a temporales que te puedas encontrar. A la mar nunca tienes que perderle el respeto, porque es muy adversa, pero también me da tranquilidad el hecho de navegar con gente muy experimentada.

¿Qué es lo que te atrae del proyecto Pakea Bizkaia?
Yo lo conocí el proyecto a través de la Universidad, y me llamó mucho la atención el hecho de querer hacer un llamamiento al respeto por el mar desde los más pequeños hasta los más mayores. Eso yo lo comparto y me llamó mucho la atención.

Pakea Bizkaia/ Toni Fiol

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