El puerto de Lajes

22 de Agosto de 2011Después de arribar al puerto de Lajes, en la isla de Flores, el viernes a mediodía tras una corta travesía por el Atlántico, el PAKEA BIZKAIA y su tripulación han permanecido en la isla durante el fin de semana.

Durante estos dos días han podido conocer varios lugares de la misma admirando la variedad y los contrastes de su paisaje, en ocasiones volcánico y lleno de vegetación y cascadas.

Ayer recibieron la visita del historiador y antropólogo Joáo Gomes Vixira, experto en historia marítima de los últimos siglos. Según las investigaciones de Joáo, no hay pruebas fehacientes de que los balleneros vascos hayan recalado en las Azores en los últimos siglos para pescar ballenas ni en sus idas y venidas de Terranova. Aún así, el historiador opina que aunque no hay nada escrito, es posible que durante los últimos siglos alguna nao vasca haya arribado a alguno de estos puertos permaneciendo algún tiempo y quizá pescando alguna ballena.

Los que sí llegaron a las Azores a cazar ballenas fueron los norteamericanos a mediados del siglo XIX, después de haber establecido su industria ballenera en el Ártico canadiense y al este de Norteamérica. Además de la caza de cachalotes, Azores también suponía un punto estratégico en medio del Atlántico y de entrada a Europa para los estadounidense. De hecho, el primer diplomático estadounidense en Europa estuvo afincado en Faial.

Así como los vascos cazaban ballenas francas, los norteamericanos preferían cazar cachalotes por la gran cantidad de aceite que contenían. Establecieron su industria ballenera en la Azores a mediados del s. XIX, finalizando la misma alrededor de 1950, aunque fue en el año 1982 cuando se cazó la última. Joáo destaca que los españoles eran los principales consumidores del aceite que se obtenía de los cachalotes cazados en las Azores.

Hoy a mediodía, el PAKEA BIZKAIA zarpará de Lajes para navegar hacia Horta, en la isla de Faial. Los vientos del componente oeste que soplarán en las próximas horas ayudarán al velero a cubrir cómodamente las 130 millas que distan de un puerto a otro, por lo que llegarán mañana a mediodía al siguiente puerto.