Los FIORDOS noruegos

Se pueden encontrar fiordos en las costas de muchos países como por ejemplo: Nueva Zelanda, Escocia, Islandia, Chile, Alaska, Terranova y Noruega. Los más conocidos y espectaculares son los del Oeste de Noruega, entre ellos los de Geiranger fjord y Nærøy fjor. Estos son los más largos y profundos del mundo, por ello, la UNESCO los ha declarado Patrimonio de la Humanidad.

Estas bellezas paisajísticas y naturales surgen de las paredes afiladas y abruptas de roca cristalina que hay en la costa. Estas paredes se elevan hasta 1400 metros sobre el nivel de la Mar y se adentran hasta 500 metros, siendo su caída prácticamente vertical. Debido a que el clima es muy húmedo, estas empinadas rocas están cubiertas de vegetación, caducifolios y coníferas, pudiendo encontrarnos en ocasiones saltos de agua de muchos metros. Si a toda esta mezcla le sumamos los restos del glaciar, la fauna y flora propia del lugar, se convierte en un lugar en el que podemos sentir la naturaleza en todo su esplendor.

Debido a su belleza se acercan muchos turistas de todo el mundo, por lo que recibir tanta gente puede provocarle efectos negativos al medio natural. Por ello, es necesario que el gobierno de Noruega controle y gestione estas áreas estrictamente, pues los efectos causados por el ser humano sobre la naturaleza en ocasiones no tienen vuelta atrás.

El origen de los fiordos noruegos

Para poder explicar el origen de los fiordos y entender su forma es necesario comprender la geología noruega. Para empezar hay que especificar el tipo de roca, de cuándo es y en qué condiciones surgió; una vez que la roca surgió, se interpretan los procesos que han sufrido las formaciones geológicas que forman esta roca.

La roca de origen principal es la cristalina, creada por la presión y el calor interno, como si hubiera un horno dentro de la tierra. Éstas surgieron hace 2 billones de años pero después han sufrido más modificaciones, como por ejemplo, en la época geológica denominada “caledonia” en la que la fuerza bruta de la roca dobló las mismas. Antes y después han ocurrido otros procesos geológicos, pero nos centraremos en el cuaternario, ya que la apariencia y la morfología de estas rocas es de aquella época.

En las glaciaciones de los últimos millones de años (cuando hablamos de la historia de la tierra utilizamos esta medida), las tierras noruegas han estado cubiertas de nieve perenne, erosionando el medio fuertemente. La nieve es capaz de agrietar la roca y esas grietas se fueron abriendo y ampliando a medida que había más nieve, modificando el relieve. Los glaciares modificaron al máximo el relieve, creando valles largos y profundos con forma de U. Los glaciares están vivos y su nieve se fue moviendo creando cada vez valles más profundos, recogiendo a su paso rocas de diferentes tamaños y dejándolas a muchos kilómetros.

Estos valles con forma de U y las rocas que el glaciar ha ido transportando hasta tan lejos son signos visibles de que ha habido glaciares hace millones de años.

Aunque hoy en día no los hay, os invitamos a viajar en el tiempo imaginándoos toda esta tierra llena de glaciares.