Las FOCAS de Lerwick y la pesca

Históricamente, Lerwick, la capital de las islas Shetland, ha estado muy unida al mundo de la pesca, también hoy. La economía de las islas se sustenta sobre la pesca, por lo que en sus puertos se pueden ver muchos barcos de pesca y lonjas.

Cuando los barcos de pesca arriban a puerto un montón de focas se acercan a los mismos y los pescadores comienzan a tirarles el pescado que les sobra. Es entonces, cuando como si de un circo acuático se tratara, las focas comienzan a dar saltos con el fin conseguir algo para comer.

Esta situación nos lleva a la reflexión, ahí van tres planteamientos para debatir sobre el tema:

1-Las focas se alimentan de peces bentónicos y en ocasiones de crustáceos y cefalópodos. Para poder cazar estos animales tienen unos potentes caninos, incisivos y post-caninos,  por lo que se puede decir que están naturalmente preparadas para buscar y obtener su alimento.

La influencia del hombre ha provocado el desequilibrio de los ecosistemas. La cadena trófica o alimenticia entre especies  está tambaleándose y en consecuencia, las costumbres naturales de las especies marinas cambian. Por ejemplo, en el caso de las focas, si se alimentan de peces bentónicos y debido a la pesca, éstos desaparecen, las focas están obligadas a buscar su alimento de otra manera. Si al buscarlo, el esfuerzo que tiene  que hacer para encontrarlo es menor, es evidente que dejarán de pescar, cambiando así sus costumbres y perdiendo sus habilidades.

2-Hace ya años que el ser humano comenzó por todo el mundo a criar peces en jaulas, tanques o celdas, como se hace con otros animales. En Escocia se pueden ver varias de éstas “granjas” y cerca de ellas focas, cuervos marinos y garzas con la intención de comer peces. Frente a esta situación muchos acuicultores disparan contra estos animales, según estadísticas unas 3000 focas mueren de esta manera todos los años en Escocia.

3- A través de la pesca de arrastre, además de los peces que interesa pescar, se pescan peces de poco valor en el mercado y de tamaño pequeño. Al llegar a puerto, los pescadores tiran a la Mar los peces que les sobran o a los que no pueden sacar rendimiento. Se estima que al año se tiran a la Mar entre 18 y 40 millones de toneladas, según la FAO  27 millones de toneladas.

Esta situación se repite muy a menudo en Lerwick y las focas han aprendido a obtener su alimento de manera fácil.