FRAILECILLO Atlántico

Durante toda la primera parte de la expedición ha habido algo o alguien a quien hemos estado buscando sin éxito. En la Mar, en las escarpadas costas irlandesas o escocesas, en los acantilados de las islas Orcadas y Shetland, en los recovecos de la costa noruega, en las sorprendentes islas Lofoten… Por mucho que lo hemos intentado, ha resultado imposible dar con un Frailecillo adulto.

Y no será porque no nos hayan bombardeado con su imagen allá donde hayamos ido, pues en muchos lugares del Mar del Norte, utilizan a esta bella ave marina como reclamo turístico o como emblema de pueblos costeros. No hay empresa que no haga salidas en barco para realizar avistamientos de cetáceos y aves marinas que no te asegure que vayas a ver un Frailecillo, eso sí, si se trata de la época del año propia y si se dan las condiciones meteorológicas apropiadas para ello. Y ese ha sido nuestro error, pues salimos relativamente tarde de Bilbao como para poder llegar a ver uno de estos maravillosos ejemplares.

La mayor parte del año vive e inverna en Mar abierto donde es capaz de encontrar alimento sin problemas, pero con el final de la primavera comienza a acercarse a las costas del Atlántico norte para nidificar en sus acantilados o laderas costeras. Así, su estancia en tierra ocurre de mayo a agosto, cuando las crías ya han adquirido cierta autonomía y los adultos pueden volver a la Mar.

Aún así no hemos cesado en nuestro empeño, pues soñábamos con avistar un Frailecillo que nos deleitara con su extraña belleza tropical. Gracias a la generosidad de Heike de Ocean Sounds quien nos enseñó sus fotografías, y pudimos conocer más sobre esta especie. Fue con ella, en la salida a la Mar, cuando pudimos avistar la primera cría de Frailecillo, que aunque no cuenta con los bellos y llamativos colores de sus compañeros adultos, apunta ya maneras. Algunas crías permanecen cerca de costa durante el invierno, pues aún no son capaces de volar durante tanto tiempo. Este fue el motivo por el que vimos una de sus crías en las islas Lofoten y algún otro ejemplar navegando de Cabo Norte hacia el Sur.

Las fotos que os presentamos son “robados” de otras fotos de Frailecillos que nos hemos encontrado por el camino, no es necesario hablar sobre su belleza pues las imágenes hablan por sí solas.