Belugas o Canarios de Mar

Se trata de un cetáceo bastante fácil de identificar debido a su color claro, gris, blanco o amarillento dependiendo de la edad.

Pueden ser de color gris pizarra al nacer, color que se va aclarando hasta que llegan a la edad adulta de los 5 a los 10 años, cuando su color es mucho más claro.

Las Belugas viven en aguas árticas y subárticas y las podemos encontrar en aguas poco profundas y estuarios, como es el caso de la población de alrededor de 400 belugas que habita en el río San Lorenzo, por el que ahora nos encontramos navegando y donde resulta fácil avistarlas, pues son bastantes curiosas. Al tener un cuello flexible les resulta fácil asomar la cabeza fuera de la superficie del agua y mirar a su alrededor. Poseen un rostro muy expresivo y pueden alterar la forma de la frente o de los “labios”, pareciendo en ocasiones que sonríen o que silban, expresiones que podrían ser una forma de comunicarse o estar relacionadas con la producción de sonidos.

Los antiguos balleneros que las pescaban les pudieron el nombre de “canarios de mar”, pues  emiten gran cantidad de sorprendentes sonidos fáciles de escuchar desde los barcos. En el Ártico, las Belugas han sido cazadas desde hace siglos, pero ha sido la pesca comercial de las últimas décadas la que ha reducido considerablemente el número de las mismas.

Cuando las Belugas del Ártico quedan atrapadas en el hielo se convierten en presa fácil para los osos polares y humanos. Sus inmersiones apenas duran de 1 a 10 minutos por lo que cuando tienen que asomarse para respirar, éstos suelen estar al acecho con sus garras o sus armas. Estas Belugas suelen tener montones de cicatrices causadas por los ataques sin éxito de los osos.

Debido a las fábricas de aluminio que hay en el Río San Lorenzo y en sus afluentes, sus aguas están repletas de agentes contaminantes cancerígenos que son ingeridos por los pequeños invertebrados de los que se alimentan las Belugas. Motivo por el que muchas mueren de cáncer y al morir son tratadas como desechos tóxicos.